El titular de la Fundación Apostemos a la Vida, Leandro Martínez, expreso que, en los últimos tiempos en nuestra ciudad, vienen sucediendo hechos de extrema violencia que estarían relacionados con la venta de estupefacientes, aunque no quieran reconocer el fenómeno ligado al aumento del poder de narcotráfico, porque quienes tienen el deber ineludible de ponerle un freno a tanta impunidad que son las autoridades del Poder de la Justicia Federal (ausente en los últimos tiempos) y provinciales en sus respectivos controles jurisdiccionales.
La violencia NO ha tomado el debate central en las autoridades y cuyos resultados vienen debilitando al gobierno para hacerle frente, muchos lo toman como casos aislados y no hablan de la venta ilegal de estupefacientes por temor a involucrarse en un fenómeno social que tiene varias aristas de extrema complejidad, complicidad y connivencia.
Los actores de esta violencia, son en su mayoría menores utilizados por mayores para hacer negocios vinculados a la venta de drogas, pero esto sucede con la falta de una política preventiva y comprometida con la realidad social.
Podemos decir, que Viedma no es el conurbano y se podrían tomar medidas para evitar el avance incesante de venta criminal de drogas. Hoy, tristemente asistimos a esta renovación de hechos delictivos como son los hurtos y arrebatos que tienen que ver con el CANJE POR DROGAS y van cometiendo estos delitos porque son en su mayoría excarcelables.
Las actividades ilícitas de los grupos criminales dedicados al tráfico de drogas y otras relacionadas con la trata de personas, no pueden funcionar sino estarían en connivencia y arreglos espurios con determinados responsables en el control de la venta ilegal de los estupefacientes.
Lamentablemente todo se naturaliza, que se hagan fiestas en lugares no habilitados nadie dice nada porque son gente del poder, violaciones y abusos que han ocurrido por la ingesta de sustancias se ocultan, porque los adolescentes lo hacen por diversión, la violencia en muchos casos son problemas en los barrios marginales y para que preocuparse, no hay una atención para frenar esta locura de tanta violencia y agresiones con armas de fuego y armas blancas.
Se han incautado una cantidad de drogas en nuestra ciudad y sumas de dinero en la jurisdicción con competencia Federal de Viedma, pero la pregunta es. ¿Dónde está la droga secuestrada y el dinero?, no lo sabemos y nadie da explicaciones. Se han hecho allanamientos en lugares céntricos que por cierto parecería que hubiera una protección o son poco visible en algunos medios, quizás por ser nombres ilustres no dan detalles o esos “jóvenes” lo hacían por diversión?, o serían hijos de importantes personajes del ámbito profesional?. Nunca en estos casos quedaron detenidos más de 48 horas. Tenemos una agencia de prevención para atención, traslados y otras cuestiones relacionadas a la actividad, con Trafic, vehículos, camionetas 0 km., pero resulta que solamente encontras personal de 08,00 a 14 hs. después de ese horario cerrado. Nunca tuvieron una postura la titular de ésta agencia, a la requisitoria que le hicimos oportunamente al exgobernador Weretilneck sobre la EMERGENCIA DE LAS ADICCIONES de igual manera, solicitamos la intervención de la Defensoría del Pueblo, desde el organismo le solicitaron a la Directora de ese Organismo, información o actividades que venían realizando y nunca una respuesta. Estos fenómenos sociales deberían tener un compromiso ético y de responsabilidad social, porque los únicos que padecen la enfermedad de consumo son los primeros perjudicados en una tarea tan sensible como es el consumo y Uso Indebido de drogas. Esta problemática debería tener una atención más importante porque es un tema que atañe a la salud pública. Quienes no se sientan capacitados para ejercer los cargos deberían dar un paso al costado. Las funciones gubernamentales deben ser cumplidas con un fuerte COMPROMISO SOCIAL y no mediático.