HOMENAJE A DOS HIJAS PREDILECTAS DE VIEDMA


Viedma devolverá su amor este jueves en el Salón Cultural “Víctor Hugo Muñoz” de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) a dos célebres mujeres relacionadas con la música. Se trata de una de las pocas bandoneonistas del país, Dorita Orengo, y de la ejecutante instrumental y compositora, Elena Sarracini.

Orengo aprendió a tocar el bandoneón de oído y sola en el campo de su familia a los ocho años, y desde entonces su padre la impulsó a continuar con ese instrumento cuando le compró un fuelle de estudio.

Posteriormente, el fallecido bandoneonista Roberto «Pichuquito» Scorolli y el violinista Carmelo Cambareri enseñaron a conocer las notas y leer partituras a pesar de su adultez cuando comenzó a animar fiestas, aunque tuvo que luchar contra el machismo por su condición de ser una de las pocas ejecutantes de ese instrumento. Muchos la conocen por su participación en la peña de tango “Virulazo”.

Sarracini, quien actuará junto a su hermana la soprano Iris, a partir de las 17 en ese espacio ubicado en Alem 240, es conocida por su actuación en el grupo “Consonancia” y el uso de la mandolina. Elena, también conocida como “Beba”, interpreta la mandolina con destacada maestría. Desde muy chica, merced a las lecciones maternas, se vio atraída por este instrumento. Posteriormente, se formó con el maestro Alberto Proserpi y aprendió acordeón y piano.

También tuvo formación vocal con la Agrupación Coral del Sur Padre Ramírez Urtázum, en la agrupación Flores del Campo y en el conjunto Vale Cuatro Cuarteto. También enseñó a niños y adultos a ejecutar la flauta dulce, el acordeón, el mandolín y el teclado, además de consolidarse en el grupo Consonancia, donde realiza su propio repertorio.