La puesta en jaque de nuestro status como país soberano se juega en todos los planos de la vida nacional. Las recientes marchas al Lago Escondido denunciando la ilegalidad de la presencia de un extranjero como Joe Lewis en zona de frontera, así como los límites que esto plantea para el acceso público al Lago Escondido, son una manifiesta evidencia de la situación. Cuenta uno de los manifestantes que al reclamar la apertura del camino público al Lago para que se cumpla con la orden del Tribunal Superior de Justicia, uno de los esbirros de Lewis fue muy claro y le señaló: “este camino es privado y estas tierras son británicas”.
Esta temeraria afirmación fue acompañada por la intervención sobre el territorio de 50 jinetes armados que amedrentaron y retuvieron a parte de los manifestantes.
Impedir el paso al Lago es violatorio de lo establecido por el artículo 194 del Código Penal. A la vez, el amedrentamiento sobre los manifestantes a través de jinetes armados, incurre en el delito tipificado en el artículo 149 bis del Código Penal.
Los acontecimientos señalados vuelven a llamar la atención, sobre la pasividad con la que se observan estas verdaderas agresiones a nuestra soberanía, tanto por el Estado Provincial como por el Nacional. Unidad Popular, fuerza política que participa todos los años de estas marchas, exige del Estado Provincial y Nacional la puesta en marcha de los procedimientos jurídicos y represivos que impidan comportamientos de esta naturaleza.
Impedir el acceso al lago y el amedrentamiento de los manifestantes, merecen la denuncia penal y la prisión. Y a esta altura del partido, es hora que el Estado Nacional recuerde el carácter ilegal y nulo de la adquisición de tierras hecha por Joe Lewis en 1996, y que en función de esto expropie las hectáreas necesarias para garantizar el acceso público al lago y el efectivo ejercicio de nuestra soberanía.
DISEÑO Y DESARROLLO - Navone Juan