Tiffemberg hablo de su novela La Herida Incurable entre otros temas


Lanzamiento La Herida Incurable
“El gobernador no quiere escándalo, ni asustar a la gente”. Con esta frase, Yaco Tieffenberg comienza a dibujar un paisaje ficticio que, a lo largo de su novela, termina revelándose como el reflejo de cierta realidad cuando se observa sin tapujos frente al espejo del presente.

Feliciano, un joven humilde, es la primera víctima de la mordedura de los murciélagos rabiosos. Con su impotencia ante una enfermedad letal que siente en su cuerpo extrañado, todos somos mordidos, infectados.

Nosotros. Ustedes. Todos aquellos que hemos comenzado a adentrarnos en La herida incurable nos hemos convertido, dentro y fuera de la novela, en posibles víctimas de la amenaza de una pandemia que escapa a la naturaleza de un virus: la pandemia de una sociedad que no duda en manipular genéticamente animales para encadenarnos al tráfico de intereses relacionado con vacunas y artimañas.

¿Qué hay de imaginario en un relato que se asemeja, en insospechada medida, a las noticias que actualmente escuchamos en los medios de comunicación? ¿Hasta qué punto los personajes de La herida incurable reflejan la ambición de políticos y empresas farmacéuticas? ¿En qué medida los investigadores que el autor describe en su novela se asemejan a quienes aspiran a detener la pandemia actual y corren el riesgo de perder su vida?

¿Por cuánto tiempo más seremos capaces de apartar la mirada ante la evidencia de la pandemia más letal: el egoísmo del género humano?

La herida incurable, más allá de ofrecernos respuestas, nos plantea preguntas que no pueden dejarnos indiferentes.

Acerca de Jacobo Yaco Tieffenberg
Médico pediatra graduado en la Universidad de Buenos Aires. En su época estudiantil fue presidente del Centro de estudiantes, consejero estudiantil y luego presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA). Fue detenido desaparecido durante la última dictadura militar. Debido a esto, y a amenazas a su familia, se exilió y reinició su carrera en Estados Unidos. Becado por la Escuela de Salud Pública de Harvard, obtuvo un Máster en Salud Pública y otro en Políticas y Gestión de la Salud. Luego de la restauración de la democracia fue designado asesor de la Comisión de Salud y Asistencia Social de la Cámara de Diputados de la Nación, puesto en el que estuvo durante 8 años. Actualmente preside la Asociación Civil de Investigación y Desarrollo en Salud (ACINDES), con sedes en Buenos Aires, San Pablo, México y Madrid, y es vicepresidente de la Editorial AWWE, dedicada a la formación médica. Obtuvo premios literarios por sus cuentos La Cosecha y La Mendiga. La herida incurable es su primera novela.