El titular de la Fundación Apostemos a la Vida Leandro Martínez, le solicitó al Intendente del Gobierno de la Comunidad Leandro Martínez que, vería con agrado la implementación de un Proyecto del Poder Ejecutivo para que sea tratado en el Concejo Deliberante de Viedma, con las facultades que le confiere la Carta Magna Municipal, con referencia a la prohibición del uso del celular cuando se conduce para prevenir y evitar riesgos a terceros y que sea de interés general para abrir el debate entre los distintos representantes de los Bloques políticos.
Como no escapará a su conocimiento el celular y alcohol, son los mayores distractores a la hora de manejar, ya que al conducir responsablemente no se debería utilizar aparatos que causan distracción y tensión cuando se maneja. La telefonía celular, que constituye una herramienta muy útil en la comunicación actual, resulta sin embargo un problema serio mientras se conduce. El riesgo de chocar se incrementa cuatro veces cuando se envían mensajes o se mantiene una charla telefónica.
La cantidad de accidentes causados por personas que hablan por teléfono mientras conducen, está creciendo en todo el país. La atención que demanda la comunicación telefónica, distrae al conductor y la tensión que puede provocar el contenido de la llamada perturba su tarea de conducir, con la consecuente producción de demoras o errores en las acciones. Y esto no se soluciona con un teléfono “manos libres”. La cuestión es tener la “mente libre” de cualquier otra preocupación que no sea la conducción, una Ordenanza Municipal que prohíba su uso y se SANCIONE con multas ejemplificadoras durante el manejo, tendría como beneficio una conducción RESPONSABLE Y TOMA DE CONCIENCIA que evitaría accidentes o maniobras imprudentes.
Según diversos estudios, el uso del teléfono móvil es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir accidentes. Mientras se habla por teléfono, aunque sea manos libres, se pierde la capacidad de concentración necesaria para conducir: no se mantiene una velocidad constante, la distancia de seguridad no es suficiente con el vehículo que circula delante y el tiempo de por otro lado, en investigaciones se encontró que hablar por celular reduce la capacidad de reacción 9% para frenar y 19% para disminuir la velocidad, además de que la percepción de distancia varía 24%, también disminuye la reacción ante las señales de tránsito entorpeciendo su capacidad para mantenerse en el carril.
Datos que aportan otros informes apuntan a que “tras minuto y medio de hablar por el móvil (incluso manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardiaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar”. Además, la peligrosidad por el uso inadecuado del mismo puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol.
El uso del teléfono móvil al conducir se asemeja a los efectos que provoca el consumo de alcohol sobre los conductores, el cual incrementan hasta 10 veces el riesgo de que ocurran accidentes de tránsito con lesiones graves.
Es por ello, que apelo a la buena voluntad de su equipo del Poder Ejecutivo para que elaboren un proyecto de Ordenanza Municipal, para que se prohíba el celular al conducir que evitaría accidentes o lesiones a terceros causando un perjuicio físico irreparable en el futuro, por conductores que NO RESPETAN ninguna norma vial al conducir y menos aun utilizando el celular cuando manejan.