Con una enorme sorpresa y muchísima felicidad los viedmenses recibimos éste sábado la noticia de que, finalmente, Artémides Zatti será declarado Santo. El “enfermero santo de la Patagonia”, como lo conocemos acá y ahora en todo el mundo, será declarado santo por el Papa Francisco.
Zatti es el mayor referente humano de nuestra comunidad. Esta noticia me llena de alegría por quienes durante años impulsaron la iniciativa para que esto sucediera. Y sucedió. Mis felicitaciones a quienes lo hicieron posible.
Es un día importante para nosotros, para Viedma. Son días de grandes noticias que nos marcan como destino y enaltecen nuestros valores más profundos.
La marca de Zatti en mi vida
Mi viejo tenía 1 año y meses. Sufría de severos ataques respiratorios. Una noche, uno muy grave le cerraba la garganta y lo asfixiaba, por lo cual mis abuelos lo llevaron de urgencia al hospital, que de grande me enteré por Pedro Pesatti que se llamaba “Hospital San José”.
El médico que tenía que estar allí era el Dr. Sussini, pero esa noche estaba regresando a pié de un velorio.
En el Hospital estaba Don Zatti, quién mientras buscaba a Sussini recibió a mi papá de brazos de mi abuela e intentó reanimarlo.
Mientras Zatti atendía a mi viejo en el hospital, mi abuelo y su primo (“El Ñato” Freire) buscaban desesperados a Sussini en auto por Viedma, mi abuelo recorría calles paralelas al hospital y su primo las perpendiculares, hasta que lo encontraron. Mientras tanto papá agonizaba en el antiguo Hospital San José.
Siempre contaban mis abuelos que cuando Sussini entró corriendo al hospital, al ver el estado de mi papá le gritó a Zatti “¡Cortalo que se muere!” y mientras Sussini se alistaba, Zatti hizo una rudimentaria traqueotomía en el cuello de mi viejo, mientras cedía paso a Sussini para que lo estabilice y le ponga una cánula en la garganta para que pudiera respirar.
Esa cicatriz en el cuello de mi viejo es quizás la única marca viva que exista de su incansable obra, es mi conexión personal con Zatti, a quién claramente le debo mi existencia.
Pronto Don Zatti será un Santo, para mí fue un Santo siempre.