La interna de Juntos Somos Río Negro en Bariloche volvió a quedar expuesta tras el cambio que produjo Agustín Domingo en el Congreso, cuando se abstuvo en la votación que le permitió al presidente Javier Milei sostener el veto a la ley de reforma previsional, que mejoraba el ingreso de los jubilados.
Domingo había votado en favor de la reforma, y después cambió su postura «para darle gobernabilidad» a Milei. Ello encendió críticas en distintos sectores políticos, pero lo que más llamó la atención fueron las críticas de los concejales de su propio partido.
El Concejo Deliberante de Bariloche sancionó una comunicación en la que piden al Diputado asistir al Cuerpo para dar explicaciones sobre su accionar, una medida que no está contemplada en la ley ni en la Carta Orgánica. Domingo no está obligado a dar fundar sus acciones en el Congreso.
A esta propuesta los ediles de Juntos se opusieron, pero aprovecharon las críticas de la oposición peronista (Roxana Ferreira y Julieta Wallace), para exponer la interna.
El debate fue público y quedó debidamente registrado por la prensa y difundido a la comunidad de Bariloche. Natalia Almonacid y Juan Pablo Ferrari cuestionaron a Domingo y ventilaron sus «diferencias».
La concejal reivindicó su defensa a los «adultos mayores» y marcó que con el diputado nacional tienen «trayectorias desvinculadas» en referencia al lugar ideológico que ocupan, evidenciando la heterogénea conformación de JSRN. Almonacid (del sector que lidera Carlos Valeri) no oculta su historia de desavenencias con Domingo.
Ferrari dijo que son «conocidas» sus diferencias con el Diputado, con quien tuvo un altercado en un asado donde Juntos intentó recomponer sus vínculos, tras la derrota electoral municipal en septiembre del año pasado.
Las diferencias con Domingo no son solo por lo ideológico, sino también porque se lo acusa de ser «asesor» y «socio político» del intendente Walter Cortés. Incluso aseguran que el Diputado «atiende» en su despacho. Los concejales de Juntos están «cansados» del dedo de Viedma. Les cuesta respetar las decisiones del gobierno provincial en la estrategia para Bariloche.
Advierten que a Domingo le «dan juego» para co-gobernar con Cortés y «a la turca» (en referencia a Marcela Abdala) «la dejan pelearse» con el Intendente. En rigor, la legisladora tiene juego propio y no responde a los mandos provinciales. Sigue vinculada al ex intendente Gustavo Gennuso -hoy funge como su asesor- y articulan su esquema pensando en la política local.
Así, los tres concejales de JSRN quedan «aislados». Ferrari, Almonacid y Laura Totonelli quedaron desarticulados de la «política grande». Cuestionan la gestión Cortés.
El ex ministro de Gobierno, ahora en Modernización, Federico Lutz, tiene la tarea de reunir los pedazos de Juntos pero por ahora no logra sentar en la misma mesa a las partes. Inexpresivo, el ministro de Desarrollo Social, Juan Pablo Muena, prescinde -por ahora- de la arena política, y el rol de Valeri quedó desdibujado.
El panorama es complejo para el oficialismo provincial que debe encarar el año próximo una elección nacional, sin fortaleza aparente en la ciudad más poblada de Río Negro.