En abril de 1955 se firmó el documento para dar vida a un nuevo instituto de formación de profesionales de física en la ciudad de Bariloche. Se trata del convenio de creación entre la Comisión Nacional de Energía Atómica y la Universidad Nacional de Cuyo, que hoy ofrece 11 carreras de física e ingeniería.
Fecha de publicación: 22/04/2022
El 22 de abril parece un día común y corriente en el Instituto Balseiro. En su campus, integrado al Centro Atómico Bariloche, se están dictando clases en sus 11 carreras de ingeniería y física. Mientras tanto, en Buenos Aires, se están realizando entrevistas a postulantes de distintas provincias de Argentina que han pasado la prueba escrita del ingreso a sus carreras de grado. Pero en realidad es una fecha histórica.
Un día como el de hoy, pero de 1955, las autoridades de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) firmaron un convenio que daría origen al entonces “Instituto de Física de Bariloche”. En la actualidad se lo conoce como “Instituto Balseiro”. El 1 de agosto de ese mismo año comenzarían oficialmente las clases.
“Es una gran alegría para nosotros festejar un año más de la creación del Instituto, y además en el contexto en el que ocurre, luego de dos años de una pandemia terrible que impactó el funcionamiento del mundo entero. Hoy el Instituto Balseiro está al día con todas sus actividades y en pleno funcionamiento”, expresó Mariano Cantero, director del Instituto Balseiro.
El Doctor en Ingeniería, que es ingeniero nuclear egresado y docente de esta institución, observó que la pandemia obligó a reprogramar actividades y cambiar prioridades para mantener al Instituto en marcha. “Hoy en día estamos nuevamente retomando la agenda de gestión que habíamos comprometido con la comunidad del IB y las autoridades de CNEA y UNCUYO cuando nos eligieron para asumir nuestra gestión en octubre del 2019”, dijo Cantero.
Asimismo, el director destacó que el contexto de pandemia se pudo tomar como una oportunidad de aprendizaje, que ha fortalecido y ayudado a prepararse mejor para cumplir con todo lo que se ha propuesto desde la Dirección. “Aún nos queda mucho por hacer”, dijo el director. Con respecto al aniversario, destacó: “La creación del Instituto fue una visión estratégica de las autoridades de la CNEA y de UNCUYO en su momento, que ha permitido muchos aportes al desarrollo del país”.
Particularidades del Balseiro
¿Cómo es hoy estudiar en el Balseiro? Al igual que en sus inicios, las personas que ingresan a estudiar en este instituto reciben becas de la CNEA para dedicarse de forma exclusiva al estudio. Esto incluye, entre otros gastos, cobertura de alojamiento, comida y material de estudio. Los valores se van ajustando de forma periódica. Se les ofrece además vivir dentro del campus, en el Centro Atómico Bariloche.
En las cuatro carreras de grado que ofrece el Balseiro se ingresa en el equivalente a tercer año de cada carrera. Esto implica que cada postulante debe haber acreditado previamente las materias de los dos primeros años de una carrera universitaria de ingeniería, física o afín.
También desde 1955 en el Balseiro existe un examen de admisión que está compuesto por dos etapas: una prueba escrita de física y matemáticas; y, para las personas que resultan seleccionadas, una fase de entrevistas personales. En estas dos últimas semanas de abril, se está realizando esa segunda etapa. En agosto quienes pasen ambas etapas obtendrán las becas y comenzarán las clases en Bariloche.
Estudiar en el Balseiro significa formarse con docentes que son investigadores y tecnólogos en un centro de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i ) de primer nivel: el Centro Atómico Bariloche (CAB) de la CNEA. El Balseiro es a la vez una unidad académica de la UNCUYO y una gerencia de la CNEA, además de uno de los tres institutos de la CNEA, junto con el Instituto Dan Beninson y el Instituto Sabato (ambos en Buenos Aires).
El campus del Balseiro, con sus aulas, laboratorios, biblioteca, gimnasio, canchas de tenis, edificios de alojamiento, está rodeado por montañas, lagos y ríos del Parque Nacional Nahuel Huapi. Al estar integrado al CAB, sus estudiantes tienen acceso a laboratorios también de este centro. El abanico de temas de I+D+i en los que se forma a futuros profesionales de la física y la ingeniería es amplio. Y el objetivo principal es aportar recursos humanos especializados para la industria y la academia.
Cifras al 2022
Durante el último año calendario, tuvieron actividad académica en el Balseiro tiene unos 350 estudiantes. En sus cuatro carreras de grado, cuenta con unos 140 estudiantes en total. Las carreras son: Ingeniería Nuclear, Ingeniería Mecánica, Ingeniería en Telecomunicaciones y la tradicional Licenciatura en Física. En sus siete carreras de posgrado, tiene unos 210 estudiantes activos. La oferta académica incluye la Carrera de Especialización de Aplicaciones de la Tecnología Nuclear (CEATEN), tres Maestrías (Ciencias Físicas, Ingeniería y Física Médica) y Doctorados (Ciencias de la Ingeniería, Ingeniería Nuclear y Física).
El plantel docente del Instituto está compuesto en la actualidad por un total de 261 docentes de dedicación simple repartidos de la siguiente manera: 108 dan clases en el Área de Ciencias (que incluye las carreras de Física y las secciones de Idiomas y Matemáticas) mientras que 109 dan clases en el Área de Ingeniería (que incluye las carreras de Ingeniería). Asimismo, cuenta con 23 profesores extraordinarios: siete Profesores Eméritos, cinco Honorarios y once Libres.
El Instituto Balseiro ha formado hasta hoy a 2.766 profesionales que egresaron de sus 11 carreras en total. Tiene 777 egresados de la Licenciatura en Física, 420 de Ingeniería Nuclear, 128 de Ingeniería Mecánica y 36 de Ingeniería en Telecomunicaciones.
En nivel de posgrado, el IB tiene 1405 egresados. La Maestría en Ciencias Físicas tiene 279 egresados; la Maestría en Física Médica, 155; y la Maestría en Ingeniería, 145. Con respecto a los Doctorados, el de Ciencias de la Ingeniería tiene 83 egresados, el de Ingeniería Nuclear, 41; y el Doctorado en Física, 460 egresados. Completan el listado, 242 egresados de la Carrera de Especialización en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear. Dirigen sus tesis unos 400 investigadores y tecnólogos de la CNEA, INVAP, CONICET, UNRN y otras instituciones asociadas.
Quién fue J. A. Balseiro
El físico cordobés José Antonio Balseiro fue el primer director del Instituto hoy conocido por su apellido debido a que él fue el principal impulsor del convenio entre la CNEA y la UNCUYO. Nacido en 1919, recibió una beca de la Universidad Nacional de Córdoba para estudiar en la Universidad Nacional de La Plata, donde se doctoró en Física dirigido por Guido Beck.
Sus principales mentores fueron Enrique Gaviola, mendocino, y Guido Beck, de origen checoslovaco, con quienes trabajó inicialmente en el Observatorio Astronómico de Córdoba. Tanto Gaviola como Beck luego darían clases en el Instituto de Física de Bariloche.
José Antonio Balseiro se convirtió en un personaje histórico en 1952, cuando debió regresar de Inglaterra, donde estaba trabajando, para presidir la comisión fiscalizadora que visitó el proyecto de fusión nuclear que se estaba realizando en la Isla Huemul. Allí, la comisión determinó que el físico austríaco Ronald Richter no aportaba evidencias para sus afirmaciones de haber obtenido resultados. Esto llevó al cierre y desmantelamiento del proyecto.
A partir de ese episodio de la historia de la ciencia de Argentina, se demostró la importancia de formar recursos humanos especializados en temáticas de física nuclear. Balseiro y Gaviola presentaron un proyecto ante CNEA y UNCUYO, en base a un proyecto previo de Gaviola, que contemplaba reutilizar equipamiento que había dejado Richter en Bariloche.
Finalmente Gaviola decidió no participar de la creación del nuevo instituto de física, por diferencias con respecto a las características distintas a las que él proponía. Balseiro continuó con las negociaciones entre ambas instituciones y, hace 67 años, el 22 de abril de 1955, se realizó la firma del acuerdo de creación del hoy llamado “Instituto Balseiro”.
Balseiro falleció a los 42 años, el 26 de marzo de 1962. Pero su proyecto logró continuar en aquellos primeros tiempos sin su presencia gracias a los esfuerzos de sus colegas y también primeros egresados. “Dejó tras de sí un ejemplo de vida regida por los más altos principios de honestidad y decencia, dedicada en buena parte al avance de la ciencia en la Argentina”, se describe en su biografía publicada en www.ib.edu.ar
Para saber más sobre los orígenes del Instituto Balseiro y de su primer director, se recomienda leer el libro “J. A. Balseiro: crónica de una ilusión. Una historia de la física en la Argentina” escrito por Arturo López Dávalos y Norma Badino (Editorial EDIUNC).