El vicepresidente de Dioxitek, Ernesto Kirchuk, fue designado en septiembre y apenas un mes después comenzó a facturarle 3,5 millones de pesos por mes a la empresa estatal (el triple de lo que cobra habitualmente), pero además siguió percibiendo su sueldo de 1,1 millones.
Lo escandaloso es que cobró por un trabajo de investigación que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ya había realizado con anterioridad y cuyos resultados estaban a su disposición.
La estafa es tan evidente que las facturas presentadas llevan el rótulo 0000001 y 0000002, probando que se hizo monotributista exclusivamente para llevar adelante esa maniobra en perjuicio de todos los argentinos.
Este será uno de los héroes que tanto adora el presidente Milei?
Vinieron para llevársela toda, son la verdadera casta!!